Sobre la vida de Paco de Lucía se ha escrito que existe una fuerte similitud entre Paco y su padre Antonio, y Wolfang Amadeus Mozart y su padre Leopoldo, ya que ambos padres moldearon a sus hijos y les dictaron sus normas hasta que estos se independizaron. Y está acertado en esta apreciación que hizo el biógrafo y estudioso del guitarrista, el norteamericano Donn E. Pohren, ya que al adentrarnos en la vida de este gran artista se evidencia que la figura del padre, Antonio Sánchez Pecino, fue fundamental en su futura carrera. Pohren llega a afirmar que Antonio Sánchez “diseñó un plan maestro” para hacer que su hijo Paco alcanzase un lugar prominente en el mundo de la guitarra flamenca y convertirlo en el más grande y completo guitarrista de la historia del flamenco. Con el tiempo se demostró que el plan no fue descabellado, sino que todas las expectativas se cumplieron con creces.
Francisco Sánchez Gómez, “Paco de Lucía”, nació el día 21 de diciembre de 1947 en Algeciras (Cádiz). Es el quinto hijo del matrimonio formado por Antonio Sánchez y la portuguesa Luzía Gómez. Crece en un ambiente muy favorable para su futura formación como guitarrista flamenco, ya que las primeras lecciones las recibe de su propio padre, guitarrista de profesión y también tiene la ayuda cercana de su hermano, Ramón de Algeciras. Por otro lado, a su casa arribaban después del trabajo realizado en fiestas, a las que habían sido contratados, junto con su padre, sus amigos artistas, que en su propia casa a veces continuaban sus demostraciones flamencas.
A los siete años empezó sus prácticas con la guitarra teniendo como maestros, como ya hemos dicho, a su padre y a su hermano Ramón. Largas y duras jornadas que irían forjando la personalidad y el genio del menor de la familia. A partir de los once años, al igual que había ocurrido con sus otros hermanos, tiene que dejar el colegio y su dedicación a la guitarra es total. Esto forma parte, como se ha dicho, de lo que es denominado por su biógrafo Donn Pohren el “plan maestro” ideado por su padre. A esa edad el ídolo de Paco era Niño de Ricardo, amigo de la familia, a la que visitaba frecuentemente y del que el joven aprendiz tomó y adaptó a su gusto complejas falsetas. Otro de sus ídolos de juventud, sería Sabicas, guitarrista residente en Nueva York, en donde había fijado su residencia después de abandonar España con motivo de la guerra civil. De Sabicas admiró y asimiló la limpieza y velocidad de su toque. Según palabras del mismo Paco, su descubrimiento de Sabicas fue para él muy importante: “Yo, hasta que descubrí a Sabicas, pensaba que Dios era Niño Ricardo, y de alguna manera yo aprendí de su escuela y de su estilo, pero cuando conocí a Sabicas , me di cuenta de que en la guitarra había algo más. Con Sabicas descubrí una limpieza de sonido que yo nunca había oído, una velocidad que igualmente desconocía hasta ese momento y, en definitiva una manera diferente de tocar. A partir de aquí, no es que me olvidara de Ricardo pero sí pude añadir a mi aprendizaje la manera de tocar de Sabicas y la transformé para hacerla mía”.
Al mismo tiempo que Paco se dedicaba plenamente a la guitarra, su hermano Pepe, siguiendo las directrices del “plan maestro”, se formó para llegar a ser figura del cante flamenco y ya cuando Paco tenía catorce años y Pepe dieciséis, grabaron su primer disco formando pareja y bajo el nombre artístico de “Los Chiquitos de Algeciras” que fue recibido en el mundo flamenco con gran interés. El paso siguiente de la pareja de jóvenes artistas fue su presentación a un concurso de flamenco celebrado en Mayo de 1962 en el Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera, en el que Pepe ganó el primer premio en el grupo de malagueñas y para Paco con solo catorce años y sin cubrir la edad exigida para participar en el concurso, hubo de crearse un premio especial para él.
A continuación los dos hermanos se integran en la Compañía de José Greco y parten en gira por América que durará nueve meses. A su vuelta a España fijan su residencia en Madrid ciudad en la que estaba instalada su familia. Para entonces los dos hermanos ya eran “alguien” en el mundo del flamenco debido al éxito obtenido con el disco grabado por “Los Chiquitos de Algeciras” antes de su partida para América y a la repercusión que tuvo la obtención d los premios en el concurso de Jerez. Y empezaron a lloverle las ofertas para actuaciones en tablaos y fiestas privadas. Pero el “plan maestro” se orientaba en otra dirección y Paco se adentra en el mundo del disco de forma plena y graba desde temas populares de García Lorca a música iberoamericana formando pareja con su hermano Ramón, acompaña en sus discos a cantaores del prestigio de Fosforito, El Sevillano, El Lebrijano, etc… y pisa por vez primera el terreno del jazz, colaborando en grabaciones con el saxofonista Pedro Iturralde y su grupo. La fama de Paco de Lucía seguía creciendo. Ya era primera figura de la guitarra flamenca.
Es en el año 1967 cuando se produce el encuentro de las dos figuras que tanto han influido en el flamenco actual. Paco de Lucía y Camarón comparten escenario en las giras del “Festival Flamenco Gitano”, se conocen personalmente y congenian y no solamente en el plano personal. Su unión artística fue tan importante que podemos decir sin exagerar, que pusieron las bases para lo que luego se ha calificado como revolución del flamenco, dejando constancia de ello en los trece discos que graban juntos a partir de 1968. Y juntos van en giras de actuaciones cosechando éxitos clamorosos. No obstante la pasión por Camarón fue y es puramente nacional, en cambio el nombre de Paco de Lucía traspasó las fronteras, ya que el lenguaje de la guitarra se entiende en todo el mundo.
De todas formas el lugar de Paco de Lucía dentro del arte flamenco no estaba en el acompañamiento del cantaor, cuestión esta que fue motivo de su propia rebeldía para ocupar otro sitio. Hablando de sus discos dijo: “En nuestros discos lo que sí había era mucha rabia. Yo siempre la he tenido y Camarón también, no sé por qué ni que era lo que la motivaba en él, pero la mía me viene de niño cuando en el mundo del flamenco y mucho más fuera de él y sobre todo dentro de la guitarra clásica, a los guitarristas flamencos se les trataba con verdadero desprecio”.
A partir de su encuentro con Camarón y hasta principios de la década de los setenta, su actividad artística se reparte entre sus recitales como solista y la grabación de discos en solitario o acompañando a Camarón. En 1973 graba ” Fuente y Caudal ” disco en que se incluye la rumba “Entre dos aguas”, tema este que constituye una verdadera sensación, situándolo en la cima de su popularidad. Con anterioridad a esta grabación merecen citarse : “Doce canciones de García Lorca para guitarra” (1965), “La fabulosa guitarra de Paco de Lucía” (1967) grabado cuando Paco tenía diecinueve años y en el que se pueden apreciar las influencias de sus ídolos de juventud Niño Ricardo, Mario Escudero y Sabicas, influencias que persisten en el disco grabado dos años más tarde (1969), “Fantasía Flamenca de Paco de Lucía”, y también la primera grabación que realizó con guitarra y orquesta “El Duende Flamenco de Paco de Lucía” (1972).
No obstante, como decimos, “Fuente y Caudal” marcó un hito en la imagen de Paco de Lucía además de por el éxito ,antes indicado de la rumba “Entre dos aguas” que fue incluida en el disco en el último momento, por la novedad de introducir en el disco, el acompañamiento de bongós y bajo eléctrico.
Sería en 1975 cuando Paco de Lucía alcanza otro triunfo al actuar en el Teatro Real. La guitarra flamenca se presenta en el marco más solemne en su expresión más puramente flamenca y sin aportaciones exóticas como acompañamiento porque solo fue acompañado por su hermano Ramón. Esa noche la guitarra flamenca ocupó el trono en un momento emocionante para todo aficionado a la música. El escritor Felix Grande finaliza así los comentarios al programa del Teatro Real: “La guitarra de Paco de Lucía está mostrando en versiones incomparables las abrasadas lágrimas de su tierra por todas las salas de concierto del mundo. Aún faltaba el Teatro Real. Muchas gentes opinarán que Paco de Lucía se honra actuando en un recinto tan ilustre. Hay que opinar también que ese recinto ilustre se llenará a su vez de honra cuando en él empiece a sonar la música de este andaluz del pasado, del presente y del mundo”.
“Almoraima ” aparece en el año 1976 y toma el nombre de una gran finca situada cerca de la tierra natal del artista. Cuenta con la colaboración de su hermano Ramón y otros colaboradores que tocan percusión y bajo eléctrico. Se incluyen desde rondeñas a sevillanas y desde mineras a jaléos. A nuestro modesto entender, la calidad del disco no se discute, aunque no llega al nivel marcado por los dos anteriores.
En 1978 graba “Paco de Lucía interpreta a Manuel de Falla” que incluye temas de “El Sombrero de Tres Picos”, “El Amor Brujo”, “La Vida Breve” y “Siete Canciones Populares”. Le acompañan en el disco sus hermanos Ramón de Algeciras y Pepe de Lucía. También colabora el grupo Dolores. No se trata de una interpretación fiel de cada nota del maestro Falla, sino transcripciones, “algunas de las cuales será preciso denominar versiones, ya que el auténtico respeto aquí no excluye la incorporación de ciertos agregados rítmicos y algunos compases dialogados, formas de amor más que licencias”, según explica Félix Grande en la solapa de la grabación. El mismo Paco de Lucía dijo al respecto: ” Mi intención no ha sido meterme en el mundo de la música clásica. Lo que he intentado ha sido devolver la música de Falla a sus raíces”. En principio existía la duda de que hubiese una acogida favorable tanto por los aficionados a la música clásica como por los flamencos, pero el mercado funcionó.
En 1981 Paco de Lucía decide formar un sexteto de instrumentos que tradicionalmente no se incluían en las producciones de flamenco. A tal efecto reúne a Carles Benavent (bajo eléctrico), Jorge Pardo (saxo y flauta), Rubén Dantas (percusión), y sus hermanos Ramón de Algeciras y Pepe de Lucía (2ª guitarra y cante) y el sexteto graba “Solo quiero caminar”.
La incorporación de instrumentos distintos a la guitarra para interpretar piezas de base flamenca ha sido objeto de críticas a veces muy severas. Para Paco de Lucía no es el instrumento lo que cuenta, sino la persona que lo utiliza y el sentido con el que se utiliza. Si esa persona siente como flamenco, el instrumento que utiliza expresa flamenco. Por tanto, la guitarra flamenca no debería ser el instrumento que de forma exclusiva sirviera para interpretar temas flamencos. El instrumento no siente, es el sentimiento de la persona valiéndose del saxo, del bajo etc.. el que transmite la emoción flamenca.
De ahí la admiración del genio de la guitarra hacia el genio del piano, Chick Corea.
Con ” La Guitarra de Oro de Paco de Lucía” ( 1982 ), Paco vuelve a su original línea ortodoxa clásica para respiro de los ortodoxos. En este disco el maestro de Algeciras ejecuta el flamenco tradicional acompañado de su hermano en ocho de los temas, y solo en otros doce, recogidos en un álbum con dos LP con sus mejores composiciones.
“Siroco” fue un LP que Paco grabó en 1987. En la solapa del disco, Felix Grande decía: “Cuando escuché por vez primera las músicas que contiene esta grabación, pensé :Nadie, absolutamente nadie, ha compuesto jamás música tan flamenca como esta; ni en otras manos, nunca sonó el flamenco como suena aquí. Ni siquiera el propio Paco de Lucía había llegado a tanta exactitud. Y pensé también: voy a llorar, estoy a punto de llorar”. Pues bien, sin llegar al llanto, podemos decir, que esta es una de las obras más redondas, sino la más redonda y más flamenca de las realizadas por el maestro de Algeciras hasta la fecha en que grabó este disco. ¡Y como dialogan los pies del bailaor Juan Ramírez con la guitarra de Paco!. Como acompañamiento se reúnen con Paco de Lucía sus hermanos Ramón y Pepe, su sobrino José María Bandera, Talegón de Córdoba a las palmas y el bailaor ya citado. Es espléndida la música flamenca presentada en ocho números en los que paco y compañía nos transportan a un estado de recogimiento con el poder de sus notas mágicas. Maravilloso.
Con “Zyryab”, disco presentado en 1990, vuelve el sexteto y algo más, ya que el acompañamiento esta vez está compuesto por: Ramón “El Pesicola” (cajón), Juan Alberto Amargos (teclados), Carles Benavent (mandolina y bajo), Tino de Giraldo (tablas, cajón y batería), Rubén Dantas (tinaja y cajón), Jorge Pardo (flautas y saxo), Potito y Pepe de Lucía (coros). Además prestan su colaboración dos personalidades de la música como son Chick Corea y Manolo Sanlúcar.
Si grande fue nuestro entusiasmo al comentar el disco anterior, no lo es menos la desilusión que nos produce “Zyryab”. Entendemos que poco flamenco se nos ofrece en el conjunto de los cuatro temas que el disco contiene. Tres de ellos no son temas flamencos (el que da título al disco, el tema tercero de la primera cara que está dedicado a Chick Corea y que se anuncia con el nombre del pianista, y el tema segundo de la cara segunda que es una bella balada de amor). El resto de los temas van por la vía de un flamenco que no entusiasma, aunque se respete el intento de evolución que es tan natural en el arte como en cualquier aspecto de la vida. Se salva unas tarantas dedicadas a Sabicas que interpreta Paco de Lucía sin acompañamiento.
En el otoño de 1991 sale al mercado el “Concierto de Aranjuez”, la conocida composición de Joaquín Rodrigo y, según Pohren, el maestro Rodrigo la definió como “bella, exótica e inspirada”. No obstante, el disco fue objeto de reacciones encontradas, pues aunque el propio maestro Rodrigo mostró gran entusiasmo al oír la interpretación de Paco de Lucía y algunas opiniones de peso específico en el mundo musical aplaudieron las nuevas dimensiones que el guitarrista flamenco dio al concierto de Rodrigo, hubo otras que protestaron de lo que suponían una intromisión en el terreno de la música clásica. En resumen puede ser considerado otro de los triunfos de Paco de Lucía. En la segunda cara del disco, Cañizares realiza un arreglo para tres guitarras de tres piezas de Iberia de Albeniz (Triana, Albaicín y El Puerto), con un resultado excelente.
“Live in América” aparece en 1993, recogiendo el repertorio que Paco de Lucía había interpretado durante la primavera y verano en sus actuaciones. Constituye un nuevo avance en el camino de progresiva madurez del guitarrista. El peso específico del flamenco, predomina en el conjunto de la obra, aunque se ha dicho que ” el acabado del disco rozó el desastre y a Paco no le gustó el resultado final ” (J. J. Téllez). El álbum contiene piezas ya conocidas como “Mi niño Curro”, “Tio Sabas”, “Ziryab”, “Soniquete”, “Buana, Buana King Kong”,”La Barrosa” y se cierra con una rumba que desentona un poco de la línea marcada por el conjunto de la grabación, y que fue, no obstante, muy popular.
En 1998, graba un nuevo disco en el que pretende transmitir el dolor sentido por la pérdida de su madre (seguidilla “Lucía”) y de su amigo también desaparecido, Camarón (rondeña “Camarón”). El disco lleva el nombre de su madre y se ha calificado como obra “magnífica en la que el guitarrista da una nueva vuelta de tuerca en la renovación, ampliando, si cabe, el lenguaje flamenco de Siroco”.
Hemos seguido en la obra de Paco de Lucía el curso cronológico de sus grabaciones porque consideramos que el acta notarial de la vida artística de este guitarrista la constituye la extraordinaria obra discográfica que ha ido saliendo al mercado. En ella se pueden distinguir:
- Los años de su formación como artista
- El periodo en que acompañó el cante y baile de figuras del flamenco. Su encuentro con Camarón
- Su carrera como solista de guitarra flamenca
- Aproximación a los temas de música clásica
- Paco de Lucía y el jazz
Ya nos hemos referido al comienzo a la infancia y primeros años de formación del artista, al rigor con el que, desde muy pequeño abrazó la guitarra flamenca. Ese abrazo ha sido desde entonces su razón y su fuerza. De ahí que, desde sus primeras interpretaciones, el entendido que escuchaba su música quedaba admirado de la maestría con que ejecutaba los temas. La grabación temprana de discos, el triunfo en concursos como el de Jerez, las giras por el extranjero formando parte de prestigiosas compañías de flamenco, todo ello , en el inicio de su adolescencia, son muestra clara del temprano dominio de su arte. Siempre ha recalcado las influencias recibidas de otros maestros como Niño Ricardo, Mario Escudero, Sabicas… Paco tenía un gran respeto por Sabicas y no quería tocar delante de él: “Toqué, pero no con la guitarra tuberculosa que me quiso dar delante de muchos artistas, sino con la suya que era enorme”. Cuenta Juan José Téllez, en su biografía del artista: “Paco le da una importancia tremenda a ese primer conocimiento de Sabicas en Nueva York, iba a ver por sistema a todo flamenco que se acercara por allí. Siempre preguntaba quien venía y quien no. Sabicas no conocía a Paco, sino que llegó al hotel preguntando que flamencos venían de gira. Paco dormía y lo despertaron. Sabicas estuvo escuchándole un rato. Fue entonces cuando le dijo, “muy bien Paquito, pero un flamenco no debe tocar las cosas de otro, sino crear cosas propias”. Paco interpretaba cosas del Niño Ricardo, pero a partir de ese momento se pasó la gira tocando las únicas dos o tres falsetas que él mismo había creado. El músico de Algeciras nunca supo porqué Sabicas le aconsejó aquello: “No sé si lo dijo realmente por ayudarme o un poco por soberbia, porque yo solo tocaba la música de Niño Ricardo… pero lo que si sé es que me influyó muchísimo. Fui consciente de que yo tocaba bien, pero que estaba muy influido por el Niño Ricardo. Entonces comencé a componer”.
Todo guitarrista que se adentra en el mundo del flamenco lo hace siempre por la vía del acompañamiento del baile o del cante. Después si tiene talento musical se aproxima con mucho respeto hacia la actuación como solista. Paco de Lucía en sus inicios acompañó tanto el baile como el cante. Y a se ha hecho mención de las giras con la Compañía de José Greco y la grabación de discos acompañando a cantaores como Fosforito, El Lebrijano, etc… y sobre todo la unión, más que colaboración con Camarón de la Isla.
Según Pohren “el acompañamiento del baile le vino rodado debido a su formación completa y a su sentido impecable del compás; desde la primera gira con Greco, estos dones le convirtieron en acompañamiento favorito del baile”. En cambio, según este autor, no ocurrió lo mismo con el cante donde encontró sino el rechazo, sí el recelo de los cantaores maduros, que no admitían que los tocaores jóvenes tratasen de demostrar su preparación técnica insertando falsetas excesivamente largas en detrimento del propio cantaor. Pero el acompañamiento no sería la meta final en la carrera de Paco de Lucía aunque sí tuvo grandísima importancia su hermanamiento artístico con Camarón de la Isla, en actuaciones conjuntas memorables y en las grabaciones de los trece discos que realizaron juntos. El encuentro de estas dos figuras supuso un gran paso adelante en el ámbito del arte flamenco. Como solista, la extensa y extraordinaria labor de Paco de Lucía ya ha quedado reseñada anteriormente por medio de los comentarios a su discografía.
En el repaso de dicha discografía se distingue el artista solista de guitarra flamenca, su incursión en el ámbito de la música clásica y su relación con el jazz.
Paco de Lucía ha forjado su personalidad artística como guitarrista flamenco hasta convertirse en el más universal de los guitarristas de este arte. Esto parece indiscutible y el reconocimiento a su talento puede considerarse unánime. No ocurre lo mismo con sus incursiones en el terreno de la música clásica, donde se encontraría con las protestas de sus grandes intérpretes. Es conocida la polémica suscitada por Andrés Segovia a raíz de la grabación del disco “Paco de Lucía interpreta a Manuel de Falla” (1978), en la que el maestro de Linares atacó con dureza al maestro de Algeciras. Asímismo, el disco “Concierto de Aranjuez” (1991) originaría la dura protesta de Narciso Yepes, llegando este a decir: “Es terrible. No se puede soportar. Paco de Lucía , que es un guitarrista flamenco fenomenal, no tiene técnica para tocar ese concierto. Es un sonido tan horrible, tan feo, tan pequeñito, tan fuera de lugar que es una lástima que se lo hayan hecho estudiar. Una verdadera pena”. Hemos de tener en cuenta que las críticas dirigidas a Paco de Lucía provenían de dos guitarristas, intérpretes de música clásica, pero no todo este campo musical se enfrentó al de Algeciras, y así el director de orquesta cubano, Leo Brouwer, el crítico musical Andrés Ruiz Tarazona y los directores de las orquestas que han dirigido este concierto, han elogiado las interpretaciones de Paco de estas piezas clásicas.
También han sido muy discutidas las experiencias de Paco de Lucía en el terreno del jazz. ¿Que impulsó a Paco a adentrarse por este camino?. A este respecto J. J. Téllez escribe: “De la música clásica al jazz, Paco confiesa que nunca planificó los pasos de su carrera, sino que todo fue surgiendo por azar” .Los acercamientos al jazz por parte de Paco de Lucía fueron cada vez más frecuentes a partir de la aparición de su disco “Fuente y Caudal”. Del mismo modo la aproximación de músicos de jazz al flamenco ha sido también progresiva y algunos de estos músicos han trabajado con el guitarrista español.
En todo caso, partiendo de su identidad flamenca a la que nunca ha renunciado, Paco de Lucía se acercó a la música clásica con enorme respeto, y sus contactos con el jazz fueron guiados por la gran inquietud musical del artista, que siempre ha tratado de explorar las posibilidades de la guitarra flamenca
Conclusión: Gran respeto y admiración merece la persona que, gracias a su talento y esfuerzo personal desde su infancia, es conocido universalmente como gran valor actual de la música. Larga vida para el maestro.
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